Saturday, November 20, 2010

EL DIARIO NEGRO

CAPITULO 1: 1:11 AM

Tenía como testigos al apabullante silencio, el vacío que quedaba y a la gélida Luna de otoño. Me hallaba solitario en la azotea de mi apartamento en el corazón de SoHo; uno de los barrios mas bohemios de Nueva york, que ahora se volvia demasiado chic y exclusivo para mi gusto. Supongo que eso explicaba mi falta de motivación.

Si hubiese habido más testigos aquella noche hubieran dicho que se me había cruzado por la cabeza la idea del suicidio. Sin embargo, yo prefería verlo como la oportunidad ideal de saltar, al menos no literalmente sino simplemente sentir que no hay ataduras. Me sentía como un simple conejo en un llano huyendo de mis enemigos naturales, de las alimañas y de todo lo que me aquejaba, además de una terrible tos que me había debilitado desde hace dias.

Esta no es una historia de principio a fin; es mi vida con diversos matices como los de un cuadro. El arte está en mis venas, como siempre me lo recordaba mi padre, pero solamente dependia de mí hacerlo memorable y provocativo, por lo tanto me declaro un provocador.

En las sabias palabras del Sombrerero Loco:
Empieza por el principio y cuando llegues al fin, detente.
Fui bautizado como Adrian Black, artista visual y visionario. Irónicamente siempre he albergado la obsesión por el color negro lo cual me ha ganado muchos motes en mi corta existencia. Ya había llegado a los tiernos veintinueve años y ya tenía un buen kilometraje acumulado, mismo que se puede constar en mi colección de diarios, y de amantes, por qué no? Siempre he sentido que una simple hoja de papel es un hoyo el cual está en espera de ser llenado por cualquier cosa, cualquiera...

En el momento en que se convertía en ALGO llámesele escrito o garabatos sin sentido me siento redimido, como si fuera una válvula de escape para mi lastimada psique.

ANDA, POR QUE NO SALTAS DE UNA BUENA VEZ, A VER SI TE ATREVES?

Ah, esa era la voz de mi mas última novia y cómplice, Edith. Estaba algo cabreada conmigo desde hace algunas semanas, Dios. Quisiera terminar de hacer lo que tan amablemente me sugirió pero supongo que pospondré esa actividad.

-Qué maravilla es la escritura automatica, querido, eso es lo que has estado haciendo, no quiere decir que has enloquecido!-según me decía mi maestra de primaria. -Es el inconsciente que se está manifestado en forma de palabras. Dime, no hablas mucho, verdad?-

En aquel entonces cuando tenía siete años la timidez me sacudía.

- Cuando dejas de hablar, la habilidad de escribir se acrecenta, como si estuvieras mudo, mas debes seguirte comunicando de alguna manera. No olvides que tu garganta es un músculo que tambien se puede atrofiar.-

Coinicidentemente la mañana siguiente tenía que dar un resumen en clase, mi garganta ardía y sentía como si pasaran delicadas cuchillas por ella.

Mi maestra estaba más loca que una cabra. Cierto es que los artistas tienen la particularidad de ser excéntricos y que están un poco confundidos con el mundo que los rodea, por lo cual deciden acondicionar las cosas a su modo. En esta vida la gente tiene tanto la fuerza de crear y destruir como en la naturaleza, pero quienes somos altamente creativos somos por igual altamente destructivos.

En mi caso el arte me salvo muchas veces el pellejo, quizá de la frialdad que produce la soledad y el dolor interior, supongo que es una especie de magia no catalogada que me escudó bien en la adolescencia. Solía tambien tener muchos sueños muy vívidos, pero caso casi siempre eran algo tristes...supongo que vivir en un pueblo tan monótono como Elyria no ayudaba mucho. Por ello tuve mis etapas de invisibilidad social. Lamentablemente se me tildó en la preparatoria de chico gótico y me pesó.

Aun así me hacía caso ese mundillo perverso, asi que no le ví inconveniente alguno en unirme a él por un rato. Las subculturas pretenden dejarte una herida en tu formación social, pero entre menos les hagas caso, mucho mejor. La prueba de ello es que las amistades góticas resultaron ser sumamente desechables, tal era el caso de Lisa Summers, a quien no contare como novia. Ella solía ser de ese tipo de personas que se arremolinaba a la salida en el viejo estacionamiento debajo de un árbol gastándose la vida fumando. Su deslucido cabello negro sabía bien ocultar su rostro tan pálido y a la vez brillante como la Luna, además de pesados anillos que alguna vez lastimaron mi espalda.

-No me des esa mirada mujer, por qué me culpas?- le dije con toda franqueza una vez porque dejé de devolverle las llamadas.

- Eres un estúpido, Adrián, además de egoista e insensible! Qué acaso no crees que nosotros tenemos sentimientos?- me replicaba dando miradas amenazantes.

Tenía el maldito habito de hablar por todo el grupo cada vez que discutíamos, como si los usara de escudo, Diablos. Por otro lado, yo me la pasaba practicando mi talento en mis cuadernos negros ya que desde que tuve uso de razón sabia que estaba destinado a la grandeza artística. De hecho lo hacía hasta que me sangraran los dedos. Lo malo, según Lisa es que ya la estaba cabreando con mis hábitos y decía que era una excusa para evadirla. Una vez amenazó con pillar mi diario y leerlo en voz alta en clase, a lo que le respondí con,

 - Adelante, hazme famoso, al fin y al cabo que tengo mucho qué ofrecer. - Digan lo que digan, jamás he expermientado la humillación pública.

Se supone que Lisa debio desparecer de mi vida mas no fue así porque la muy desgraciada me convenció de que le hiciera un retrato. Ahora se había convertido en ALGO.

Mi maestra, una solterona de unos cuarenta y tantos que usaba siempre unas largas mascadas para resaltar su actitud bohemia vio mi pintura y me sermoneó toda la tarde, - Ahora has glorificado a Lisa y la has elevado que ahora te verás rendido ante ella. Si vas a ser artista debes ver en tu interior y exteriorizar tus ángeles y tus demonios para poder cegar a todos aquellos quienes los contemplen, eso te hará inmortal.-  Yo de obediente procedí a abandonar a los mounstrillos góticos de mierda para andar conmigo mismo como iniciación hacia el impresionante mundo del arte.

Sin embargo, en el inter, con quién diablos se supone que debía juntarme ahora?

En la escuela no habia mucha promoción a las artes plásticas. De hecho, se creía que el ejemplo más remoto de un cuadro era un insípido bodegón o un paisaje genérico que lucía estupendo, claro si hablaramos de la oficina de un dentista.

- Adelante hijo, si quieres salir de este hoyo tienes mi apoyo incondicional porque se que tienes futuro, no sé los demás, pero sí que tienes futuro!- como decia Adam, mi padre. Dicho y hecho no tenía nada qué perder y asi emprendí mi viaje a la meca de las artes modernas, Nueva York.

ADRIAN, DE UNA VEZ BAJA, VEN A LA CAMA...

Una vez me llamo Edith, mi amante no artística.

De ella hablaré más tarde, tantas cosas por resolver mañana y no ando plenamente en mis cinco sentidos. Ya se me pasará...demonios, por qué siempre digo eso?

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