- Vengan y acérquense mis pequeños droogies, haremos de esta un espectacular noche! No quiero caras tristes o de seguro los haré pedazos!-
Esas mismas palabras vinieron de su Majestad, perdón, del alma de la fiesta, la señorita Droogie.
Y asi comenzó mi larga, hipnotizante, estridente noche.
No frecuentaba mucho estas reuniones con la gente bonita de SoHo, de hecho me contaban historias tan plagadas de decadencia como aquella de una modelo que fue asesinada justo en uno los cuartos del SoHo Grand Hotel. Al parecer el mundo era tan pequeño que tuve el placer de encontrarme a uno que otro compañero la universidad.
Lo que atrajo más fueron los detalles que mando Droogie, al nueva promesa del mainstream. Su equipo se lucía por sus fiestas conceptuales según a mi entender un tal Terrence Koh era su modelo a seguir quien pertenece al movimiento del nuevo arte gótico, de hecho compararon mi trabajo con el suyo, otra pequeña y sutil coincidencia.
Las invitaciones que mandaron sí que me parecieron otra cosa. Su emblema representaba un ojo al cual se le había corrido el delineador, lo cual explica por que estaba tan obsesionada con mis pinturas. En cuanto abrí la tan bien diseñada tarjeta pude ver que su actuación estaba programada a las once en punto el SoHo Grand Hotel, indicando,
- Todos los espíritus salen a jugar a las once, así no demores.-
Seguramente después de tantas coincidencias uno pensaría que esta chica que parecía un aborto de estudiante de teatro de Broadway me diría que soy como su alma gemela, así que en lugar de sacar conclusiones decidí que esta noche me invadiese como una gran ola a la cual tendría que dejar caer sobre mí,
- Sólo déjate caer, déjate caer...-
- Estás listo?-
- Sí, claro que estoy listo, mujer, siempre lo he estado, - le respondí a Edith. Para mí ella era un sueño hecho realidad, pero no se complicaba las cosas por lo cual optó por usar un mini vestido negro, el cual tengo entendido siempre saca a cualquier chica de apuros, pero a la vez sabía que ver ese color me atraía más así que de cierta forma lo hizo a propósito para que no me despegara de ella por el resto de la noche.
(continúa).
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