-He caído al vacío, y allí me he quedado hasta sabe Dios cuando. Estoy noqueado, casi sin vida, no me molesten...-
- PERDON?-
- El Vacío...-
- Ah, ya veo, qué no era un antro cerca de aquí de la Calle Mercer? - Sin duda, esa era la dulce voz de Edith viniendo a despertarme.
- Si, ése,- contesté con desgano aprisionado entre mis cómodas sábanas. - Buenas tardes, estaba soñando en voz alta.-
- Y QUE CON ESO?-
- Ah, hice cosas terribles aquella noche, continué medio adormilado, es que, verás, besé a alguien, mas no creo que haya sido una chica....- y luego reí cínicamente.
- En serio? Pero ese lugar ya no existe más, no tiene sentido...-
- Ya lo sé, mujer! Claro que ya no esta ahí, pero lo soñé, entonces siempre puedo ir a visitar el Vacío en mis sueños una y otra vez...-
- Siquiera sabes qué hora es? Salí esta mañana y he hecho un montón de vueltas a la facultad y tu aún sigues dormido!-
- Y? - continué hablando como si estuviera en modo automático, porque ultimamente siento que todo cuanto hago es así; escritura automática, dibujo automático, sexo automático, ah perdón, ese último no.
- Decía yo que actualmente sigo trabajando en desarrollar mi tesis, pero quisiera ver si puedes apoyarme un poco.-
- Si, claro, y luego?- seguía en modo automático.
- Que eso es lo que he estado haciendo estos últimos días! Es acerca de la uso del arte como un modo de empatía, aunque no es nada nuevo. Un tal tipo alemán, Worringer investigó de eso, pero sinceramente podría ampliarse, ya que pienso que lo que haces tú es un muy ejemplo de esa teoría.-
- Ah, sí, sí, sí, ya me acuerdo de todo, pero creo que todavía hay tiempo de sobra, amor, de hecho, tengo algo qué hacer hoy, se supone que me veré con Feivel en el Balthazar a eso de la una de la tarde.-
- Pues, de hecho ya son las once.-
- En serio? Qué tarde! Sin duda la Reina me cortará la cabeza.-
- Ah, claro que no! Son poco más de las diez de la mañana. Por cierto, alguien quiere saludarte y quedarse contigo...-
- Sentí algo peludito y escurridizo entre mis manos...Ah, allí estas, Scraps! Cada día más sexy, quiero suponer...-
- Sabes, esta situación me recuerda mucho a una frase de una película que ví hace tiempo.-
- Cuál era? -le dije mientras me acomodaba y ponía a Scraps sobre mi hombro.
- El Topo, de Jodorowsky. Algo así decía:
El topo es un animal que cava galerías bajo la tierra buscando el sol y a veces su camino lo lleva a la superficie: cuando ve el sol, queda ciego.- Es eso una especie de misticismo del cual no he sido apropiadamente informado? -
- No me digas que no conoces esa película! Tendrías que verla para darte cuenta...-
- Te prometo que la vere sólo porque tú la has mencionado, pequeña.- Le robé un beso a Edith de una manera tan apasionada, - Toma, le dije mientras sostenía a mi minúsculo cómplice,- Ahora dale uno a él.-
- Adrian, creo que ya sé a quién habías besado en tu sueño...- y dijo apuntando claramente a mi amigo.
- Qué estabas tratando de probar, mujer, pervertirme con animales? - y ella soltó la carcajada.
- Es que, es que te veías tan adorable junto a él, me sorprendió que no lo hayas aplastado, hasta tomé una foto...-
Me mostró la evidencia de su horrendo crímen en su celular, acto seguido la estuve correteando por aproximadamente dos minutos. La persuadí para que no la compartiera en las redes sociales o entonces sería su cabeza la que rodaría.
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