Los Diarios del Conejo Blanco

- Vaya, sí que te has clavado en las redes sociales el día de hoy...- dijo mi incondicional Edith, quien vino a darme los buenos días mientras yo reacomodando una página ya conocida.

- Y por qué dices eso?- pregunté.

- Pues porque se me hace tan extraño que le dediques un buen tiempo a algo que tú sueles odiar, ya ha pasado más o menos una hora.-

- Y qué si lo hago? Castígame, me he portado bastante, bastante mal...-

- No tanto! No exageres, me diste este pendiente, recuerdas?- dijo apuntando a su lindo cuello. - Además, esto puede que sea más valioso que las otras cosas que me regalaste...-

- Ah sí, otra pieza de evidencia!-

- De veras? Ya he escuchado eso antes...ah, sí, la pintura del perro azul que hiciste la noche antes de que fuimos a la fiesta...-

- Hmm,- dije colocando mi mano en mi pecho, - Sí, también eso es evidencia, intuición aguda, muy aguda; sucede que hace maravillas, ahora yo sé exactamente lo que tengo que hacer!-

Le pedí que se sentara con toda calma para de esa manera observar mi siguiente proyecto...en el buen sentido de la palabra.

- Espera, éste es un grupo secreto...-

- Ciertamente lo es...-

- No es tan simple ser parte de un grupo secreto, qué es lo que tienen en común?-

- Sólo ellos lo saben, solamente ellos lo entenderán porque ellos están preparados para escuchar y nos ayudarán a cambiar el mundo como nunca antes. Son pensadores, artistas, músicos, poetas y locos quienes cada noche van a jugar al mismo jardín...- dije medio poseído.

- Qué profundo...-

- Encontré una pequeña musa, ella solía ser la dueña de ese pendiente, C.K., Caroline King, nuestra misteriosa inquilina, claro. Lo que no me queda claro es qué es lo que quiere de nosotros?-

- Nosotros?-

- Sí, mira más delante.-

Edith repasó los miembros de mi muy selecto grupo y se dio cuenta de que ella estaba incluida.

- Cómo fue que me añadiste así nada más?-

- Deberías ser más selectiva con tus contraseñas, por cierto.-

- Está bien, la cambiaré, pero por qué quieres que yo esté allí?-

- Ya eres parte de los Mil. Cuando sobrepasemos ese número de miembros habré probado mi punto...-

- Y ése es?-

- Estaré terriblemente loco, querida, tendré dones pero no soy el único, no somos los únicos...dime algo, tienes frío?-

- Pues sí, un poquito, y tú?-

- Siente mis manos...-

- Qué raro, se sienten tan cálidas ahora, a qué se debe?-

- Porque me siento en paz, qué tú no?-