Tuesday, November 30, 2010

LAS PESADILLAS TIENEN MUCHOS NOMBRES

No poseo tanto conocimiento sobre la mecánica o la química que hace que uno sueñe, mucho menos la que provoca que uno tenga pesadillas. Aun así, el hecho de que se hayan vuelto recurrentes me intriga.
La cocina de mi antigua casa parece haberse vuelto un verdadero símbolo donde convergen todos los buenos consejos que alguna vez me dejaron mis padres. Ni que me pesara la nostalgia como a Edith, sin embargo en esta ocasión me pareció especialmente perturbador. Para darle continuidad a mi sueño en el cual alimentaba al niño perdido ahora me disponía a darles algo saludable y que al mismo tiempo uno odia cuando es pequeño.

Recordé aquellos días de tortura psicológica en los que mi madre me obligaba a terminarme todo el plato, incluyendo el brócoli. Eso me pareció algo bastante remoto, pero quien no se sentía mal por eso? Era la tragedia de muchos. Sin embargo al tratar de hacer lo que mi madre hizo conmigo me señalaron que algo estaba mal. Yo tenia muy buena disposición, pero me aventuré a preguntar,- disculpa, pero segun tú que es lo que estoy haciendo mal?- Entonces me hizo ver que la forma en que estaba preparando los susodichos alimentos estaba mal, como cuando uno da algo sin hervirlo, por así decirlo.

En el sueño mama se molesto conmigo abiertamente porque no estaba actuando con prudencia y que yo no era una persona enteramente confiable. A través de los años me he hecho fuerte porque la crítica a veces es peor, por lógica la de familia debería ser mas fácil de aguantar, pero no en realidad no es así.

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