UN PERRO AZUL
Mientras descendía por las escaleras en aquella helada noche de diciembre me dispuse a mostrarle a Edith mi más reciente creación, la cual aún no estaba terminada.
Esperé con suma paciencia esperando a que me diera su opinión o siquiera preguntarme qué es lo que era, cualquiera lo hubiera hecho, no es lo que acostumbraba pintar.
- Bueno, dime qué piensas de ésta?-
- Pues, es prácticamente un perro azul, como el de tu sueño, no es así?- dijo ella entusiasmada.
- Sí ,aparentemente, - contesté muy amablemente. -Pero me gustaría que tú pudieses explicar el significado.-
Edith se mantuvo callada por un instante y rió cínicamente - Me pides una interpretación? Puedo hacerlo desde un punto de vista psicológico pero no esperes que responda como un crítico.-
- Pero si tú analizas los sueños...- continuaba bastante seguro de mis palabras. -Éste precisamante es una representación de uno de ellos.-
Edith se cruzó de brazos e hizo una mirada sería lo cual la hacía verse aún más tierna.
- Esto parece más complejo que los otros sueños de los que me has hablado. Los perros muchas veces represntan una fuerte intuición por el buen olfato, entiendes? Azul bien podría ser el estado de animo actual, se siente como si fuera algo espiritual. Si lo resumes puedes ser que tu sexto sentido o tu intuición hacia la búsqueda espiritual se ha vuelto más fuerte, supongo.-
- No está mal, no olvides que nunca hay repsuestas correctas o incorrectas en el arte.-
- Pero, espera, entonces por qué lo pintaste?-
- Porque es evidencia,- dije en voz baja y de manera muy misteriosa, - Quisiera añadir que el perro llegó a una fiesta muy exclusiva.-
- Como en aquella a la cual ya has sido invitado con aquella rubia extravagante?- Creo que se estaba refiriendo a Droogie.
- Ah, sí, eso es!-
- Está bien, pero más vale que te comportes, - y se aproximó hacia mí, - sin embargo, las mujeres tenemos intuición mucho más fuerte, es un don, no es por accidente. Solamente yo sé de dónde flaqueas.- Y así empezó a besar mi cuello, oh Dios...
- Escucha, por qué no continuamos esta conversación en un lugar mucho más cómodo?- le dije mientras ella me la envolvía en sus brazos alrededor de mí.
- Pero sí este lugar es perfecto, me parece el escenario donde sucede toda la magia...-
- Diablos, mujer, sí que traes ganas; debe ser la Luna.-
- Claro, será culpa de la Luna si quieres pero...te sientes algo tenso, no crees que de veras tengo razón?-
- No, no, estoy seguro, señorita, pero por qué no nos divertimos averiguándolo?-
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