Friday, February 4, 2011

MUJER ARAÑA

De adcuerdo ahora el turno de Edith de contarme sus locas historias. Después de que terminó sus labores de la universidad estaba lista para disfrutar el resto de las vacaciones navideñas. De hecho habían aprobado su tésis lo cual estuvo bastante bien. Mientras tanto seguía haciendo prácticas con pacientes reales y situaciones reales y toda la cosas, allá en la New York University. Hace tiempo que ya ni me asomo por allí más que para visitar a Edith obviamente, se la pasa contándome que ha crecido mucho con los años lo cual no tiene muy contentos a la gente aledaña pero aparentemente desean conservar la imagen de este barrio. Lo mismo diría de SoHo; un día fue el lugar ideal de los visionarios, hippies y soñadores y al día siguiente me te das cuenta que otro diseñador fantoche quiere poner otra sucursal.

En fin, mi chica me contó que sigue tratando de reponerse de algunos miedos de la infancia. No era mi intención poner el dedo en la llaga o algo así pero justo esta mañana me confesó por voluntad propia,

- Hay veces es difícil analizar tus propios sueños, es por ello que pedí tu opinión, cielo, qué haces?-

- No es obvio, no puedo estar mucho tiempo sin pintar algo. Pero por ahora dejaré este lienzo preparado, así que dime.-

- He estado soñando con tarántulas últimamente. No es que les tenga miedo o algo parecido pero en mis sueños siempre son más fuertes que yo.-

- Muy bien...- dije mientras me aseaba las manos.

- Pues, verás, empieza más o menos así. Veo la tarántula la cual tiene por lo general un cuerpo negro y patas rosadas . Sin embargo saltan hacia mi pierna y me muerden con sus pequeñas tenazas. Me paralizan y yo hago todo el esfuerzo por removérmelas pero no tengo éxito. Algunas veces son pequeñas mientras otras son realmente gigantescas.-

- Me pides mi punto de vista sobre el significado literal o el subjetivo?-

- Se encogió de hombros y caminó de lado a lado, - Bueno, no lo sé, quizás se trate de mi otro yo, una intensa femineidad que constantemente reprimo.-

Dejé escapar una risita, pero es que no me podía contener, - Espera, entonces tu otro yo es una tarántula?-

- Adrian, por supuesto que no! Debe haber algo más.-

- Pues, no sufras tanto, mujer. Estoy consciente de ello, sin embargo no creo que tengas ninguna personalidad dividida, eres una persona muy inteligente.-

- En serio lo crees?-

- LO sé. Así que dime, qué deseas hacer el día de hoy?-

Edith se sorprendió ligeramente ante mi propuesta, - Pues, adelante, lúcete!- respondió.

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