Monday, February 21, 2011

UN CONEJO NUNCA TE HARÁ DAÑO.

Me topé nuevamente con Caroline, pero debo admitir que me despertó como a eso de las 4 de la mañana y no estaba exactamente de humor como para atenderla pues tenía yo que despertarme para viaje hacia Ohio. La seguí y andaba rondando por los pasillos cerca de mi cuarto pero se sintió más bien como si fuera descendiendo por el hoyo del conejo.

- Así que cómo te fue anoche?- preguntó de una manera bastante ingenua. Venía arrastrando un conejo de trapo con enormes orejas el cual podría jurar que era una versión deformada de mi propio Scraps.

- Disculpa?- le dije.

- Parece que estuviste estupendo allá fuera, de veras te luciste, pero éste es sólo el comienzo.-

- Escucha, eres apenas una niñita y a veces los adultos hacen cosas que la verdad no podemos compartir con ustedes, así que yo creo que mejor esperes a que seas mayor para que lo entiendas bien.-

- Adrián, SOY UN FANTASMA! Jamás creceré por lo tanto realmente no importa cuándo me entere yo de esto. Esa cantante es tan poderosa como tú. Ambos harán grandes cosas juntos el próximo año, pero...-

- No itentes eso conmigo porque sabrás que te voy a preguntar, pero?...-

- Entonces ya sabes lo que voy a decirte, no es así?- dijo, confiada.

- Probablemente, aún así yo seré el arquitecto de mi propio destino en vez de escuchar a los charlatanes. Creeme que sigo teniendo fe en eso pero no me asusta.-

- De modo que te decides a retar lo desconocido?-

- Sí, y no puede lastimarme. Sea lo que sea que me pasaste, este...-

- El conejo? De veras piensas que una indefensa, tierna y suave criaturita no es capaz de hacerte el menor daño? Su risa me empezó a dar escalofríos, por rídículo que sonara,-...qué equivocado estás...-

- Ahh!....-

- Pequeño, qué te pasa, acaso tuviste otra pesadilla?- exclamó Edith algo desesperada. Estaba de nuevo en cama pero sentí un dolor punzante en el estómago, por qué sería?-

- Diablos, me siento como si me hubiesen pinchado con una aguja como un muñeco vudú...- le respondí retorciéndome.

- Tal vez son tus nervios que te están alterando otra vez...pensé que ya andabas un poco más relajado,- me dijo mientras me besaba cariñosamente. -Está bien, no pasa nada...- claro, pero aún así como es que el dolor no desaparecía?

No comments:

Post a Comment