DAME FUERZAS...
- Hay una tormenta de veras terrible allá fuera, muy mala; supongo que corrimos con algo de suerte si pudimos salir a gusto la semana pasada porque ahora parece que estamos atrapados.-
- Ja, ja, ahorá jamás podrás salir...- le dije a Edith cínicamente.
- No te atrevas a burlarte de mí, no es que tenga tanta prisa pero yo no sé tú...-
- Puedo manejar mis negocios desde aquí bastante bien, hasta en línea.-
- Creo que debería llamarle a Mamá para ver cómo están por allá. En serio no te sientes a veces alienado del resto del mundo?-
Yo le respondí,- Sí, la mayor parte del tiempo, pero es que eso es esencial para que pueda ser más creativo.-
Edith medio se molestó; - Mira,-
- Miro...-
- De pura casualidad está vivo tu conejo?-
- Sí, por supuesto, él está muy seguro.-
- Odio estar entre estas cuatro paredes tanto tiempo...así que dime, fue un mal sueño que tuviste anoche o simplemente tomaste más de la cuenta.-
- Ambas cosas.-
- Siempre eres tan brutalmente honesto?-
- Sí, tienes algún problema con eso?-
- No, sólo que no es necesario que entres en detalles.-
Nada me daba más gusto que el hecho de que ya terminara el año. Me di cuenta de que trabajé tan duro que finalmente me he vuelto más sensible pero solamente era para que dentro mi fragilidad encontrase la fuerza para continuar. A la Muerte siempre le sigue el renacer, así que pensar en el Conejo de la Fuerza Infinita era una increíble idea...tan atrayente como una flama, tan fogosa y diabólica, acaso no es una de las cosas que todos hemos deseado en este universo?-
- Vaya, qué te sucede Adrian, no me digas que estás pensando en hibernar?
- Tal vez, tal vez no...necesito algo de inspiración para seguir creando. Tengo la urgencia de exorcizar a algunos demonios.
(continúa)...
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