Monday, March 7, 2011

MUJER DE MAGIA NEGRA...

Ella estaba y no estaba allí; esto no podía ser real pero solamente había una manera de probarlo.

- LISA...- le dije en voz baja y muy sutil.

- Sí, hay algo que quieras decirme, cariño?- contestó sin siquiera moverse.

No tenía ni la menor idea de qué más decirle, debía intentar algo rápido pues la curiosidad también me invadía a mí.

- Yo, yo no quería despertarte pero sólo fue para hacerte saber que estaba de vuelta... eso era todo.- Demonios.

- Sí lo noté, antes de que subieras, tengo un sexto sentido y muy real...- dijo en ese tono medio aguardentoso que no había podido olvidar, lo cual me provocaba intensos escalofríos. Pero luego recordé algo más.

- Claro que no! Ya quisieras tenerlo porque viene desde dentro de mí,- continué levantando ligeramente mi voz.

- Dime algo, Adrián...- dijo mientras se volteó. Se veía de la misma forma en que la recordaba cuando me fui de mi ciudad, como un recuerdo congelado en el tiempo. - Aún me deseas? Aunque veo que no es necesario preguntarte esto ya, así que hazme un gran favor y bésame como siempre lo has hecho...Me jaló con todas sus fuerzas y arrojó a la cama determinada a poseerme mas yo solamente veía sus ojos oscuros.

Lisa quería que yo le hiciera terribles cosas que juré nunca hacerle a una chica, aunque en aquel entonces era tan sólo un puberto y tan terriblemente ingenuo.

Se rió abiertamente festejando mi impotencia; - Hazlo, hazlo ahora! CÓMEME y te haré crecer mucho más de lo que te imaginas...-

Ese comentario me resultó un tanto familiar pero aún así era un estúpido sueño...así que no me quedó más remedio que seguir su juego y terminar con todo esto. Comencé besando su cuello; gritaba de placer pero al mismo tiempo se reía con cinismo como si supiera que esto no llevaría a nada bueno. - Eso es todo lo que tienes?- pensaba para mí mismo. Podría dejar de sentirme degradado solamente golpeándola.

- CÓMEME, inútil!-

Sin darme cuenta estaba ya encima de ella. Me sentía abusivo y enfurecido determinado a darle una lección para que ya dejara de fastidiarme...así que me vine en ella lo cual le dio satisfacción instantánea, pero bastante efímera, quería más...-

- De nuevo...-

Así que le concedí sus más bajos deseos y lo hice de nuevo, tal vez con menos fuerza y entusiasmo pero una vez que terminé solamente ella podía decir, - Otra vez, más fuerte!- Parece que no me dejaba descansar, esto ya más bien era una pesadilla; lo bueno es que no me hizo sentir adolorido.

- Otra vez! No puedes hacerlo mejor?-

La golpeé en el rostro, no pude contenerme, y luego, así como así se había desvanecido en el aire...

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