Los Diarios del Conejo Blanco

SUCIO.

Empiezo a creer que todo este jodido asunto de lo sobrenatural está empezando a sonar medio infantil y es por ello que lo abandoné cuando era mucho más joven.

Lisa me había presionado tanto que, no más bien mis padres fueron quienes insistieron abiertamente en que andara con ella sólo porque nuestras familias se llevaban tan bien casi que era una situación completamente opuesta a los de Romeo y Julieta y aún yo quería matarme al final de la historia. Y para variar ella estaba obesesionada con que yo desarrollara poderes mágicos después de aquel pequeño relato del Río Black. Alguna gente nomás no lo entiende.

Tal vez era para bien pero no como para andar jugando con eso todo el tiempo. Por cierto, nunca llegué a usar una tabla ouija para invocar a los muertos.

- Allí estás, Adrian, te ves algo diferente el día de hoy, - dijo Edith mientras me abrazaba con mucho entusiasmo.

- Estoy limpio, si eso es lo que te preguntas. Con todo el trabajo tan arduo de la casa y eso definitivamente lo necesitaba.-

- No, no es eso. Te ves relajado, como en paz, tú sabes, no tan nervioso como hace unos días.-

Ahora insistía en que era nervioso, - Entonces me siento tan valiente que estoy listo para conquistar el universo!-

- Cierto, tampoco exageres, me doy cuenta. Bien, es hora de comer , siento que estado aquí por toda una eternidad. Fue un poco difícil volverse a acostumbrarse a la rutina de la escuela.-

Empiezo a tener una fuerte sensación de que mis sueños son más fascinantes que la vida real. Es como la gente que se la pasa conectada a la red sólo porque sus pequeñas vidas patéticas son tan insignificantes que sienten la necesidad de convertirse en protagonistas de su propio programa subiendo todas sus actividades las veinticuatro horas del día.

Lo que no se dan cuenta cuando hacen eso es que se fabrican y editan cuidadosamente esa otra vida para que todos crean que se la están pasando de lo lindo. Después de todo es demasiado aburrido estar compartiendo lo que haces en todo el día sin descansar que hasta cierto punto tus días no resultan ser tan grandiosos!

En mi caso está sucediendo lo mismo; cómo es que puedo soñar a medio mundo menos a Edith? Me rodea el sentimiento de la culpa, como en los días de antaño, quiero decir antes de que la conociera. Espero que no sucedan hechos desgradables esta noche, después de que me vaya a dormir por supuesto.