Tuesday, January 4, 2011

DE SANGRE AZUL REAL.

No planeaba caer dormido del todo, solamente había tomado un breve descanso sobre lo que parecía ser un grande y suave cojín amarillo sobre un sofá de piel color blanco.

Tan pronto como cerrá mis ojos una extraña sensación la cual no puedo describir se apodero de mí. Era como si me indujera un profundo sueño así de golpe. Tras cerrar los ojos el ambiente se pintó de azul y todos mis movimientos transcurrieron como en cámara lenta.

Cuando supuestamente me desperté me hallaba en una especie de recámara, la cual lucía con una decoración bastante austera excepto por un sencillo espejo ovalado. Me aproxime a él y sentí la curiosidad de tocarlo y así mi brazo entero pudo atraversarlo como para que yo cruzase hasta el otro lado como lo había hecho Alicia a través del espejo, que interesante.

El susodicho otro lado no era totalmente opuesto a mi alcoba más bien me condujo a un túnel que fue a dar a un pasillo, aunque ahora que lo pienso este lucía  como una galería. Caminaba cabizbajo y lucía bastante triste, lágrimas rodaban por mis ojos ni siquiera me interesaron los cuadros que colgaban de las paredes. Sentía como si me dirigiera a una sala de emergencias.

Regresé a la sala de milagro y acabé justo donde estaba recostado. Será que allí acabó mi recorrido? No estaba completamente seguro. Sin embargo la siguiente imagen no era para nada linda. Los altos muros de ladrillos parecían haber sido pintados en el mismo Infierno, todos desgastados. De pronto, delante de mis ojos, una cruz negra comenzó a dibujarse...tenía suerte de no ver sangre. Poco a poco la cruz definía la forma de un pecho humano y mientras lo miraba un rayo del luz que provino del mismo cegándome.

Ahora, dónde estaba, en una sala de operaciones? Algunos doctores muy curiosos trataban de examinarme y hacerme una cirugía, parecían topos con cascos con linternas...esperen, esa no era un cruz que había visto, era una jodida incisión en mi pecho, qué querían? Aghh...sentí como un ligero pinchazo. Me volteé pero no me desperté todavía.

Otra visión...una hermosa chica rubia estaba sentada y vestida como para una boda...esperando, alguien le estaba apretando el corsé de más...lloraba...sentía, sentía que la conocía, aunque en realidad jamás la había visto.

Aghh...ahora desperté de verdad porque sentí un dolor muy intenso en mi costado. De acuerdo, suficientes visiones por ahora, necesitaba llamar a casa. - Edith...-

- Adrian, son las dos de la mañana, todo está bien? Suenas muy agitado...-

- Está bien, está bien...te veré pronto, es sólo que hay algo de este lugar que debo contarte...-

- De veras está embrujado?-

- Sí, sí...no, no, no es eso. Sólo debo tener más cuidado, eso es todo.-

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