Saturday, January 1, 2011

CABRITO.

Edith siempre me dice que cuando el cuerpo atraviesa un proceso de curación te hace tener a veces los sueños tan retorcidos que te puedas imaginar. Eso es lo que me sucedió el mes pasado y ahora le pasó a ella. Se estaba quejando de un muy intenso dolor de cabeza lo cual explica su actitud tan volátil de ayer.

Así que tuvimos una más relajada conversación de vuelta en mi lugar de la Calle Mercer. Se echó en mi regazo como la ingenua niña que es de repente y me contó lo que experimentó anoche.

- Creo que ya me siento mejor. Tan pronto como llegamos a casa me quedé viendo unos de los cuadros hechos por tó, cómo se llamaba?-

- No es el que se encuentra en el recibidor? Se llama Hogar, no recuerdas que te lo mostré la primera vez que nos conocimos? -

- Por supuesto, pero es que has hecho tantos. Bueno, quería contarte este raro sueño que tuve anoche, pero entonces siempre son raros, de lo contrario nunca les prestarías atención, verdad?

Me vi más joven, como de doce años y traía un vestido de fiesta, como de color rosa pastel y negro. Se supone que iba a ser una boda o algo así y Mamá iba a venir por mí, pero el evento iba a ser el día siguiente así que me vestí por adelantado...-

- Y por qué Diablos harías eso, para ahorrar tiempo? - le decía mientras acariciaba su rostro.

- Algo así. El caso es que antes de que fuera la boda ayudaba en la cocina. Luego observaba a una tía desmenusar carne y tan pronto como me fije cuál era noté que se trataba de cabrito.-

Me encogí de brazos.

- Lo hacía en festejos, era el favorito de mi tío. Me pasó una especie de tazón y me dijo, - Bueno, ve qué puedes hacer con la cabeza.- Y era el cráneo del animal! Accidentalmente me cayó algo de la sangre de la carne en el vestido y quedé manchada. Lo curioso es que mi ropa ya era algo vieja y se estaba desgastando...-

- No tenías nada mejor qué ponerte? Eras pobre?-

- Ay no! Vamos Adrian, tú conoces a mi familia. Tenía que ir a cambiarme o algo así que me saqué el vestido cuidadosamente. Mamá llegó así que le dije que estaría lista como en una hora, así que me detuve a verme en el espejo y no me agradaba ya lo que traía puesto. Era como un suéter negro, así que me lo quité y noté que también traía puesta debajo una blusa de encaje negro que hacía juego con mis medias.-

- Oh...continúa, tal vez era una gótica no declarada.-

- No lo soy! Nunca me hallaría en esa moda, pero más o menos fue lo que sucedió, qué opinas? -

Traté de permanecer lo más serio posible para no lastimarla pero también quería animarla, - Ajá, con que tienes un lado oscuro? Genial pero igual y yo también podría tener algo de eso. Tal vez fue una consecuencia de lo que dijiste ayer y de mis talismanes de la buena suerte...acaso te molesta eso?

Edith permaneció callada por un instante, - No lo sé, sabes cómo no quería que te clavaras tanto en esas cosas?-

- Sí, sí, pero a poco no le da sabor a la vida?-

- Eso creo. Estaré un poco loca pero creo que tus pinturas son un poco sugestivas, detonan algo en el inconsciente.-

Por qué este último comentario ya no me parecía tan divertido?

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