Monday, January 3, 2011

MÉDIUM POR UNA NOCHE. (continúa):

No quería confiarme demasiado pero me embarqué en la idea de pasar toda una noche solitario en lo que sería mi nueva casa de Chelsea, en Manhattan. El frío se volvía mas intenso y difícil de soportar desde los primeros días de diciembre, así que me armé como pude aunque francamente cuatro grados me dan risa. No nos cambiaríamos inmediatamente sin embargo; estábamos esperando a que pasara esta temporada navideña.

Este elegante lugar tenía paredes de más de seis metros de altura y ya Edith me había avisado que los muros de ladrillos necesitaban mucho mantenimiento, pero ésta era una de las cosas de las cuales tenía la firme intención de dejar tal como estaba; probablemente sólo una restirada como decía yo. Me instalé en lo que sería después la sala de estar y una restaurada chimenea. Necesitaba conectarme con los alrededores para así impregnar mis seis sentidos. La oscuridad me invadía por doquier, eso era seguro. La razón por la cual mi novia se cabreó es porque ella sabía que esto era una especie de ritual.

Así que técnicamente esperé hasta que fuera la una con once de la mañana para ver si efectivamente conducía a alguna actividad sobrenatural.

Ahora, no me esperaba hallar fantasmas o algo por el estilo, verán, cada vez que pasaba la noche en casas antiguas tenía reveladoras visiones, y lo hacía desde que era un mocoso.

Me privé de algunos artículos tecnológicos, sólo traía un móbil por si acaso. Así que la noche transcurrió de una manera tan amena...la una de la mañana ya, disfruta el silencio, chiquillo...

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