VERANO INDIO
Siempre hay una señal en la naturaleza la cual anuncia el final de una temporada como la primer hoja que cae, la invasion de las parvadas de aves que vuelan al sur por el invierno y yo cubierto de docenas y docenas de mariposas en mis sueños pues sabia que una vez vivido esto comenzaria un renacimiento o una nueva etapa.
Me apena un poco confesar este viaje mental que tuve anioche porque a mi chica se le apetecio desatar su lado oscuro en la cama. Ya habia notado eso antes, ni que estuviera tan miope pero nunca como ahora. En mi sueño ella aparecio como un personaje obscuro,mientras yo estaba muy quietecito en el piso, medio desnudo. Se inclinó un poco y sacó de entre sus ropas un pincel con el cual dibujó una perfecta cruz negra en medio de mi pecho. En seguida lo tocó y sentí una sensación de ardor como una herida abierta y noté que brotaban mariposas negras. Después de que se calmó el enjambre la chica hundió su mano hasta sacar lo que parecía ser...un conejo? Juraría que se veía como Scraps pero él era negro con los ojos azules y se me hizo por demás sospechoso que ella exclamara,
- Ah, así que allí andabas, ahora baja y te haré el desayuno.-
Enseguida me hube despertado teniendo una extraña sensación déjà vu. Por ejemplo, eran alrededor de las tres con quince de la mañana y rápidamente abrí los ojos, pero no había sucedido nada.
- Cariño, son las tres de la mañana, más vale que regreses a la cama , es la hora endemoniada.-
Edith se echó sobre mí y me apretó. Por la mañana actuó como si nada raro hubiese pasado, de hecho yo estaba petrificado, acaso ella estaba poseída o acaso fue esa vieja, común y corriente lujuria lo que expermimente? Lo siento, pero es la primera vez que actuaba ASÍ de raro. No me estaba quejando, pero si me sentía algo guarro.
- Oye, tengo una idea...-
- Genial! Me encantan las ideas.-
Y luego resulta que me había llevado a esta muy agradable cafetería por la Calle Mercer, que ni siquiera sabía que existía. El ambiente era oscuro y misterioso pero no tan callado. Insistió en que probara sus tés exóticos.
- Siempre venía aquí cuando era estudiante de primer año, no sé por qué no se me había ocurrido invitarte.-
- Creo que lo hiciste alguna vez pero puede que yo no haya aceptado,- se lo dije como una cortesía porque no la quería hacer sentir mal.
- Éste es el lugar donde estudiaba en paz con mis amigos.-
- Y los extrañas?-
- Perdón?-
- Digo que si los extrañas?-
- No, claro que no. Aún los veo, pero entonces empezamos a frecuentar otras partes hasta que te conocí.-
- Y qué te hizo cambiar tu rumbo?-
- Me enamoré de estas calles...me di cuenta de que me estaba perdiendo de algo importante...y que si no le prestaba la suficiente atención mi vida sería como la de todos los demás. Así que un buen día me detuve en este negocio para donde leían la mano y el Tarot y así es como me encontré a Ava. Me dijo,
- Tu vida entera estará a punto de tomar un giro muy importante...encontrarás a alguien quien te llevará por nuevos e interesantes rumbos. Él te ayudará a sanar pero a la vez lo sanarás.-
Sonaba muy disparatado al principio, pero ya no. Me dijo, - Tú eres Virgo; tu símbolo es el Ermitaño, eres una sanadora.-
- Y le creíste ciegamente? Crees que el destino te obliga a permanecer a mi lado?-
- NO, pero me percaté de la verdad porque estaba perdida por años huyendo y evitando cosas y ahora he llegado a casa.-
Y creo que eso explica porque pensó profundamente en aquella semana de Acción de Gracias pues la razón de su nostalgia era que tenía asuntos pendiente en Michigan. Ya lo arregló pero lo malo es que aquello creó una brecha más amplia con su familia, especialmente desde la muerte de su padre el año pasado.
Todos estamos rotos a final de cuentas, la vida se trata precisamente de pasárnosla arreglándonos.
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