Los Diarios del Conejo Blanco

ÉXITO

Una misteriosa presencia surgió de lo desconocido...

EY, PRIMOR, DÓNDE HAS ESTADO? SIEMPRE ESCONDIÉNDOTE DE LA LUZ, ACASO TE HAS CONVERTIDO EN UN VAMPIRO?

- Ah, no, pero tal vez me he juntado con algunas brujas últimamente...oye, cómo van las cosas en el mundo del arte, es un buen negocio de perdido?- le dije sarcásticamente a Feivel mientras rondaba por mi estudio.

ESCUCHA, NO VAS A CREER ESTO...CONOCES A ESTA CHICA DROOGIE?

- Ah, quién no? No es quien sale a la calle con su clóset entero puesto encima?- le contesté.


SI, BUENO, SU REPRESENTANTE HABLÓ Y SE LITERALMENTE SE MUERE POR ADQUIRIR CONEJO MOUNSTRO Y OTROS MÁS, SE VOLVIÓ LOCA POR ELLOS...

- Cuánto? pregunté insistente.

- Pues 20 mil por el primero y 25 mil por Demasiado Delineador...- contestó.

- Perfecto! Estas estrellas de rock de veras que están locas por el arte, no es así?-

VERÁS, TODO SE TRATA DE LO QUE ESTÁ EN BOGA. DIGAMOS QUE HAS ENCONTRADO UN NICHO DE LOCOS COLECCIONISTAS Y CREO QUE ES UNA MAGNÍFICA IDEA QUE PERMANEZCAS AHÍ.

- Puedo conocerla, puedo? Soy su fan número uno,- le dije en un tono fingido y muy infantil.

- Podrías mejor tomar esto con seriedad por un momento? Si seguimos de esta manera te pedirán hacer trabajos y eso es mucho mejor.-

- Por qué?- dije yo.

PORQUE CREO QUE HAS HALLADO LA FORMULA SECRETA, O RECETA O LO QUE SEA; SE ENAMORÓ DE LOS CONEJOS.

- Ah, y quién no, mi desquiciado amigo?-

SOLAMENTE VINE A INFORMARTE COMO SIEMPRE, LUEGO TE DARÉ LOS DETALLES. SIGUE HACIENDO UN BUEN TRABAJO.

De algún modo sentí que la atención generada por el mainstream de la industria pop sonaba como estarse vendiendo pero ese bombón de Droogie casualmente que se había criado en las humildes calles de Brooklyn ahora había elegido mi arte para embellecer o quizás envilecer su nuevo hogar en la parte más elegante de SoHo. Tal vez vaya más delante a visitarla.

En otras noticias, un viejo camarada, Mikester casualmente tenía una exhibición en una galería de Chelsea. No me podía negar, después de todo, él Mark y yo éramos como un terrible trío en la escuela de arte.

Nadie pensó que sería exitoso pues era considerado más bien como una especie de geek pero él se las ingenió para que toda la parafernalia nerd se convirtiera en algo chic. De alguna manera tocamos el punto G de las psiques de las personas y al parecer lo disfrutábamos de lo lindo. Éste sí que sería un día memorable.