Friday, January 7, 2011

HERMANOS DE SANGRE

Recuerda que ella puede percibir tu fragilidad y eso es lo que la hace sentir mal.- Ava

Mientras colocábamos los libros en su lugar nos topamos con algunos mucho muy interesantes. Edith pensó que el mejor lugar para encontrar cosas perdidas era en su librero, y vaya que si era enorme; me recordaba a la tienda del tipo Coreander de la Historia Sin Fín. Después de que terminamos nuestra pequeña discusión sobre lo sobrenatural procedimos a una ligera comida acompañada de un buen tazón de sopa miso.

Así, mientras sentía que el calor regresaba a mi precioso cuerpo hojeé las páginas de otra interesante pieza de literatura llamada Manual de Psicomagia. Estaba llena de extraños y poco ortodoxos rituales, como lo que solamente haría un chamán. Edith me contaba mientras ella hacía sus prácticas en la NYU tuvo el placer de tratar a un paciente chileno quien se lo recomendó abiertamente para hacerle frente a las relaciones tóxicas; ésas debo decir son las más difíciles de reconocer.

Aparentemente comienzan como una inocente amistad con nada más que buenas intenciones pero a la larga alguna de las partes es quien tiene el horrendo hábito de vivir de las experiencias ajenas eventualmente te consumirá, como un vampiro. Había un ritual en este libro que marcó Edith para deshacerse de ellas; sólo tomar una foto de esa persona tóxica y colocar un pedazo de cinta negra sobre su boca y ponerla de cabeza dentro del congelador...eso sí que sonaba a brujería. Desearía haber hecho eso con Lisa.

- Así que, te gustó?-

- Qué cosa, la sopa o este libro que me encontré?-

- El libro, claro! Veo que te has quedado prendido de él y me has dejado de hablar hace una hora.-

- Oh, sí que está muy interesante, debo admitirlo. Sin embargo, se siente más como si fuera magia negra.-

- Claro que no lo es! Puede que suene poco convencional pero se que funciona. No me agrada mucho eso del vudú o las artes oscuras pero es muy introspectiva y retador.-

- Lo tomaré en cuenra, especialmente esa parte donde menciona lo del bloqueo creativo. Supuestamente tus padres son quienes te hacen sentir culpables por querer ser uno un soñador y eventualmente te castran mentalmente hasta que ya no te salen las ideas. Sabes cómo dice aquí que se puede curar?-

- Sí, hay algo sexual implicada, pero si quieres hacerlo es bajo tu propio riesgo.-

- Pues no dice que hay que hacerlo con alguien pero pienso que lo que hice ayer se parece un poco, sí que me dio ideas.-

- Acaso no tienes trabajo por hacer?-

De nuevo sentí su enojo. - Por supuesto que sí. Ahora que encontré mi boleto dorado puedo trabajar mucho más a gusto.-

Algunas horas después llegó Mark para ayudarme a seleccionar el material que ibamos a utilizar en el libro. Me quedé mirándolo porque lucía tan arropado y bromoso que parecía el Hombre de Malvavisco. Solamente se le veían sus minúsculos ojos marrón.

- Ey, qué pasa hermano? Hace mucho viento allá afuera,- dijo.

- Yo no siento nada, debes ser alérgico a este clima neoyorquino,- contesté sarcásticamente.

- Estuve hablando con Feivel el otro día y dice que quiere que hables con algunas gentes...dice que tampoco revisas tan seguido tu correo.-

- De qué hablas?- le pregunté con alguna indiferencia.

- Qué no sabes? Tu exposición fue increíble, atrajo a muchos seguidores.-

- Ah, seguidores! Ya veo...-

- No trates de razonar con él, Mark, ahora está metido en eso de los rituales, - dijo Edith.

- Ah, ya entiendo, es sobre todo ese asunto de dormir en casas antiguas? Pude haber ido contigo, por cierto, qué no se supone que es lo que hacen los hermanos?-

- Seguro...lo que digas, mano...- Qué adorable; he sido hijo único, pero me agrada mucho la idea de que alguien se ofrezca a llenar ese pequeño vacío fraternal. Lo bueno es que finalmente puedo fastidiar a alguien sin piedad así que en cada pequeña oportunidad que puedo canalizo mi sarcasmo con Mark. Está en nuestra naturaleza destruirnos entre nostoros mismos.


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