Los Diarios del Conejo Blanco

ALIMENTO PARA EL ALMA.

Finalmente caí dormido alrededor de 2 de la mañana, pero me desperté de nuevo a las 3:15 de acuerdo a la hora en mi celular.


Aghh, no he tenido sueños por un tiempo alucinaciones quizás pero muy dolorosas.


Esta vez vi a un pequeño conejo blanco en las calles y que brillaba con una luz de neón azul. Puedo entender que él quería que lo siguiera, así que entró por Central Park hasta que convenientemente se detuvo justo en el centro de la estatua de Alicia en el País de las Maravillas. Llegué jadeante y como estaba luchando por volver a mis sentidos una voz misteriosa dijo; CÓMEME ...


Todo el mundo conocía la estatua bastante bien, pero aquí Alicia se veía más dominante que en los libros de cuentos, así que supongo que podría haber sido ella quien dijo eso.


CÓMEME!


Me acerqué a ella, pero para mi sorpresa parecía que estaba hecha de pan de jengibre. Se comenzó a derrumbar justo en frente de mí y algunas de las piezas cayeron en mis manos.
COME!

Dios! Yo no podía dormir más, esas voces en mi cabeza me estaban matando, bueno,sólo me molestaban mucho.

- Hola, Adrian ... buenos días!-

Me quedé en el borde de mi asiento y exclamé:- Tú, aquí? No lo creo!-  Esa fue la chica muerta que había confundido con Caroline, y para mi sorpresa no estaba sola, mi otro yo, el Conejo Blanco también estaba allí. Él lucía un poco más sofisticado que yo. Su atuendo era muy similar a la que llevaba la pasada Noche de Brujas, con una capucha con orejas largas y los pantalones de cuero plateados.

La niña, por otro lado llevaba un camisón azul, no estoy seguro si ese era su color favorito ya que lo había notado varias veces.

Ambos se sentaron en el sofá, bebiendo lo que creo que era el té y había varias tostadas colocadas en la mesa de café.

- Alli estás!,te unes a nosotros para el desayuno?-

Asentí con la cabeza. - Lo siento, pero creo que es un hora inadecuada para eso, ¿no te parece?-

- Vamos,vamos,- dijo la niña de una manera muy sutil. Ella hizo un sonido muy diferente a la de mis encuentros anteriores, con más modales.- Creo que eso no es correcto ...-

- Mucho, muy incorrecto,- me dijo el otro yo mientras sorbía su té.

- ¿Estoy realmente soñando otra vez?-

- ¿Qué es la vida sino un sueño?-

Es evidente que estaban citando los libros de Alicia por lo que la única manera de salir bien librado era hablar el mismo idioma, aunque no tenía ningún maldito sentido.

(continúa) ...