Los Diarios del Conejo Blanco

MALOS MODALES. (continúa):

-Ya terminaste?-

- No. .. en realidad no ... madre, lo siento, no puedo seguir, puedo retirarme ya?-

- Me temo que no puedo, querido, esto es para tu propio bien, necesitas para terminártelo sin no vas a mejorar ... -

- Pero me siento mejor ahora mismo! -

- Eso es lo que piensas, pero sabes que no es verdad ... -

- Por favor ... -

-Adrian, despierta, despierta ...-

- ¿Qué pasa?-

-Te encontré inconsciente en su apartamento. Pero está bien, vas a estar bien ... tengo que preguntarte algo pero tienes que ser totalmente honesto conmigo.-

-¿Qué?-

Ella me abrazó con fuerza al sentir su profundo suspiro. Ella procedió a examinar hasta el último rincón mí, ya que parecía muy desnutrido, -¿Por qué haces esto?-

Hice una pausa. Yo no podía creer que estaba tocando el tema ... se supone que esta pesadilla debió haber acabado ya, enterrada en el pasado, pero me conmovió incluso se nublaron sus ojos se nublaron... no tuve corazón para decirle la verdad .

-Yo. .. Yo estoy tratando muy duro para no hacerlo ...-

- Dios, Adrian, no debes...-

-Ya sé, ya sé que hemos discutido esto antes, pero no es así de simple.-

- Bien, no voy a interferir como dije ... es tu cuerpo de todas formas, esta situación es hacer me hace sentir culpable, y ¿sabes qué? Te estás perjudicando, no a mí ni a nadie que .... se siente como si estuviéramos dando vueltas sobre lo mismo.-

- No puedo parar. Cada vez que me miro en el espejo es la misma maldita pesadilla.-

- Pero cariño, te ves muy bien, ¿no piensas igual? No, al parecer, no ...-

- No, no, no, no es que ... es ...-

-Bueno, entonces ¿qué es?-

Ahora mis ojos se nublaron y me acurruqué en un lado de la cama, pero Dios, ¿por qué se sentía tan vacío? Sus palabras fueron tan intimidante y a la vez escudriñaban en mi cabeza ... me sentí realmente sucio y con tanto frío.

- No me arrepiento de lo que hice ... porque me ayudó a darme cuenta de algo.-

- ¿Qué es eso? -

-No me gustó lo que ví en mi reflejo, eso es todo, pero ahora que te miro yo quiero volver a nacer.-

- Eso es ... eso es tan dulce.-

-No, chica, tú eres dulce, yo soy el diablo. - ¿Por qué alguien como ella quería estar conmigo? Me estaba volviendo demasiado autodestructivo y volátil para saltar a otra relación, de nuevo ... tal vez eso es exactamente lo que necesitaba.