Sunday, April 10, 2011

LA NOCHE DE LOS ESPECTROS (continúa):

Oh Dios, casi olvido mi encuentro con la tal Droogie aquella noche, ni que me hayase dejado tan impresionado su belleza, pero de hecho ella me debe, perdón le debe mucho a Adrian. Cuando fue mi turno de hablar muy cortesmente agradecí a todos por haber venido, aunque no conociera ni a la mitad de la gente, casi eran como espectros, las sombras quienes veían solamente una mísera parte del artista que yo era, la mejor parte la cual estaba dispuesta a causar más líos.

- Bienvenidos sean, amigos y amantes, les agradezco infinitamente por acompañarme en esta celebración de mi renacimiento, pues esta noche es el momento perfecto para anunciar el comienzo de un brillante futuro; podrán esperar grandes cosas en los próximos meses, cosas que jamás han soñado, claro porque yo me tomé la libertad de soñarlas por ustedes y sucede que las he traducido a manera de estas pinturas para su entretenimiento...o para su redención. Así que en algún momento tendrán que preguntarse a sí mismos, seré yo instrumento para su salvación o...-

Oh, Diablos! Juré haber visto la pálida figura de Adrian entre la multitud luciendo absolutamente patético como una criatura vulnerable como un conejo que huía de sus peores enemigos. De pronto todo se veía distorsionado como una cinta de videocasetera dañada, estaba intentando volver a su cuerpo, pero ahora no imbécil, ahora no!

...o quizá un instrumento para el consumo masivo? Así que se los dejo a su elección, veo que la señorita Droogie ya ha sabido decidir bien.-

- Eso, eso fue tan profundo, Adrian, me empiezas a gustar más que nunca, qué misterioso!- contestó la rubia.

- Sí, estoy lleno de trucos. He visto el futuro y puedo ver a varios de ustedes en él mientras que el resto me abandonará como si fuera una moda bastante pasajera.-

Los invitados estaban silentes y miraban un tanto desconcertados.

- Sin embargo, el arte no debe ser una moda, más vale que no se le convierta en tal de lo contrario haré sus cabezas rodar! Sólo bromeaba, disfruten el resto de esta siniestra velada.-

Un joven ataviado de negro evocando a los góticos de antaño alzó su puño en señal de victoria gritando, - Ea! Así se habla!- Creo que eso fue algo halagador pero me importaba un bledo su alma; de hecho ya tenía los ojos puestos en alguien, sólo debía ser lo más sutil posible para que la tal Edith no sospechara al día siguiente. Estaba desesperado pero no me quería ver tan obvio.

(continúa)...

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