Wednesday, April 6, 2011

NO CUMPLEAÑOS (continúa):

8 PM

Mientras transcurría no tan alegremente la noche un dolor bastante aguda recorría mi costado, sí el mismo de hacía unas horas. Examiné la mancha blanca de mi tatuaje y cada vez se hacía más evidente, se extendía como un hoyo negro, me recordaba a aquella ocasión en que me habían colocado esto como si una presencia fuera de mi control estaba bastante inconforme por cómo me veía. Mi cuerpo estaba siendo vandalizado, literalmente.

Estaba en mi alcoba arreglándome para la gran fiesta; tenía que haber alguna manera de salir bien librado de todo esto pero prácticamente yo era quien casi estaba orquestando todo. Desde que me mudé a Chelsea sentí como si estuviese siendo literalmente arrancado de mi hogar, o como si hubiese perdido una extremidad. Aún así, no le veía nada malo a este lugar, la otra casa estaba emburujada, no ésta.

Caminé hacia el espejo del baño para observar si me veía demasiado pálido o cansado. Todo lucía bien, aparentemente, entonces por qué Diablos estaba protestando? Ahh...

Bajé la cabeza y llevé las manos a mi adolorida costado. Mi vista se volvía borrosa como si estuviese a punto de desmayarme.

Detestaba en lo que me estaba convirtiendo, algo se estaba gestando dentro de mí, como una transformación en la que no había marcha atrás...qué pena que esta fuese la noche más larga, un sueño sin fin...

Sé que me desvanezco, sé que me desvanezco...





Por qué demonios se esuchaba esa música infernal en el fondo. Vaya, ya lo recordaba, me sacó un gran susto cuando era un adolescente, Antichrist Superstar...Lisa adoraba ese álbum, tiene sentido ahora porque es increíblemente irritante.

Me vino una horrenda visión; me vi a mí mismo con un gemelo siamés, una figura de negro como un verdugo intentaba separarnos cortándonos de un tajo por la espalda. Me veía terrible, por cierto, todo gris y decadente. La otra mitad, bueno, él no lucía tan triste, de hecho no podía distinguirlo bien pero dejó escapar una sonrisa siniestra, una sensación de algarabía mientras que yo por otra parte me estaba doblando de dolor...

Me las ingenié para llegar hasta el gabinete de medicinas para ver si podía ver algo que de veras me calmara para continuar el resto de la noche, como algún relajante muscular, pero más que nada necesitaba fuerza, fuerza infinita...

No comments:

Post a Comment