- Ah, ya han comenzado; sé que estos sueños te afectan, vives el dolor, no es así? Es sencillo, somos muy humanos y tú eres muy emocional. Entre mas sufres más desean otros seguir a tu lado,- dijo Ava.
Me levanté abruptamente y protesté, - Y por qué demonios se supone que debo sufrir?, esto está jodidamente mal.-
Recuerdo haber visto una carta con un tipo despertando de una pesadilla; -el Nueve de Espadas,- ella mencionó.
-Tranquilízate cariño; no siempre se trata de experiencias dolorosas, hay que escucharlas así como llegan. Estas visiones están especialmente diseñadas para tí, es decir, el mundo espiritual jamás te daria mas allá de lo que puedas tolerar. Pero, sé prudente con quien hables de ahora en adelante. A la gente con quien convives en ese negocio difícilmente no le servirá que se seas más sensible y empático, así que aprende bien a controlar tus emociones.-
Descubrió el Cinco de Bastos, y me dijo algo de que allí estaba la competencia, o sea todos aquellos quienes desean ser protagonistas y hundirte a como dé lugar.
El Dos de Bastos fue uno de los últimos en salir.- Sabes, aún eres ese chico que guarda una fuerte determinación para cambiar el mundo, así como aquellos quienes te rodean. Apóyate en la sabiduría que te brinda día a día la Estrella,- y luego volvió a la primer carta que había sacado, - Con ella, no solamente te convertirás en mejor persona, con el tiempo inclusive puedes llegar a ser,- y luego sacó la ultima, - el Emperador, un absoluto líder...-
Pero la lectura no había terminado.- Qué del amor?-
- Ah, tienes dudas? Bueno, veámos qué te muestran los arcanos, - su voz empezaba a sonar tan dulce, como un arrullo. Puso una carta encima de la Estrella. - Parece que existe muy buena química entre ustedes dos, y luego sacó el Dos de Copas, sí hay un verdadero entendimiento, pero...-
No me agrado para nada como sonó eso, - pero ella está esperando algo más de tí, y sabes que esa siempre ha sido una gran pesadilla, y no tiene nada qué ver con la fama o la fortuna. - Luego ví a una mujer que acariciaba a un león; la Fuerza, lo llamaba. Tenía una tiara con el símbolo del infinito. - Eres muy iponente con ella y sientes que tienes el control sobre la relación; el Ocho de Espadas. Pero dale su lugar, es decir deja que crezca poco a poco para que puedan echar raíces, si no...-
- Si no, qué? - dije.
- El romance perecerá, chico, eso es todo. Eres mucho muy fuerte pero ella también puede percibir tu fragilidad y eso le pesa y también le hace daño. Algo así hace que cualquiera se tambaleé, como la Torre.-
Ava suspiró profundamente,- y ahora un consejo final, la última carta, la Rueda de la Fortuna, espera lo inesperado, fuera de eso puedes irte tranquilo. El futuro pertenece a aquellos quienes estén dispuestos a sacar un buen provecho de él. No está grabado en piedra, siempre puede voltearse a nuestro favor o en nuestra contra.-
Por ahora, todo esto me dejo profundamente sacudido, como si literalemente estuviese en esa rueda de la fortuna. Tal parece que las visiones se iban a quedar, por lo cual solamente tenía que aprender a controlarlas. Ni sabía exactamente cómo diablos hacerle frente a eso, pero ya se calmarán, ya se calmarán, como dijo Ava; el mundo espiritual no me dará mas allá de lo que pueda tolerar.
- COMO ESTUVO TODO, ADRIAN? -
- Creo que esto es sólo el comienzo, Edith.-
- VAMOS, SE MAS OPTIMISTA,NO PUEDE SER TAN MALO.-
-Ah, no es eso, es que yo quisiera que hubiese alguna manera de que estas visiones desaparezcan...por lo visto lo único es que las enfrente como son.-
- NO TE PREOCUPES, YA VERAS QUE LAS COSAS MEJORARAN PARA NOSOTROS DOS.-
Edith me abrazó como una niña tal vez con más fuerza de lo que acostumbraba, - Esto más bien es una bendición que te da una ventaja frente a los demás en este negocio, así que considérate afortunado, ya que muy pocas personas tienen tu don.-
- No lo sé, se me hace algo injusto que tenga un poder cuando a otros les ha tomado años llegar hasta dónde estoy, - dije mientras estaba ligeramente temblando de frío.
- DE QUE HABLAS?, NO HACE FALTA QUE TENGAS ESTE DON PORQUE YA ERES MUY BUENO, te amaría aunque no fueras famoso porque...porque me siento contigo como si estuviera en casa.-
Como dije hace muy buen tiempo,- No soy Dios, no pretendo serlo, sólo diría que tengo muchísima suerte.-
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