Friday, December 10, 2010

TRASPATIO

Al grafiti y el arte callejero los considero como los hijos bastardos del muralismo y hacen de las suyas hasta que les entra el remordimiento y deciden enmendar su camino. Ver lo que hacía Janie me hizo pensar así. Pintar a una seductora chica que sea capaz de detener el tráfico cualquiera, pero los modernos mounstros de Wu son capaces de devorar las paredes como un dulce y tierno Godzilla metido en ácido o algo así.

El equipo de Janie arribó a mi estudio horrorosamente temprano mientras el lugar se volvía lentamente una pista de circo. Algunas veces para evitar perder la concentración tengo el mal hábito de tronar mis dedos o cosas así.

La prometedora artista tenía su base en Tokyo, para ser mas específicos en el distrito de Harajuku, un lugar al cual definitivamente no recomendaría ir si andas levemente o muy colocado. Perseguía la corriente llamada Superflat, el cual creo que tiene influencia del Pop Art; sin embargo ellos lo producían a una mayor escala.

Janie no era cien por ciento japonesa, ya que venía del padre chino y madre nipona pero nació en Nueva York por mera casualidad. Aun así, regresó a sus raíces y poco a poco se ganó el respeto de grandes maestros como Murakami y colaboró por un tiempo con el infame Kaikai Kiki, algo así como el equivalente de The Factory de Andy Warhol.

- Sabes, conozco a otra chica a la que le gusta pintar animales, ella es Chinatsu Ban, pero ella por lo general hace muchos elefantes. De hecho, ya ha expuesto por aquí en Nueva York varias veces.-

- Genial,- agregué, - Yo estoy obsesionado con los conejos, pero solamente yo logro que den miedo.-

- Pues, ya veremos, niño bonito...- dijo Janie. Al parecer este evento era para meramente llamar la atención y para demostrar mi versatilidad, hoy en día uno no puede decirle que no a cualquier cosa y menos si eres artista.

Era la primera ocasión en la que me tocaba colaborar con estos individuos bien entrenados, pero por alguna razón se había vuelto una epidemia eso de las colaboraciones en Estados Unidos; el Oriente se encuentra con el Occidente, o como nombraron este evento, SoHo contra Shojo. El atractivo era realizar pinturas en vivo, o live painting, osea yo contra Janie. Sabía que eran un rival serio, por eso a veces definitivamente me pensaba que aquella de idea de aventarme parecía atractiva.

Observaba cómo ella miraba con entusiasmo una pintura que realicé hace tiempo llamada Demasiado Delineador. Estaba como una pequeña cabeceando. Le daba un aire a la Gwen Stefani de los noventa; traía un top con encaje, pantalones amplios y una especie de mochila hecha a mano con la forma de un conejito con largas orejas. Puede que ahí es donde portaba su material de trabajo.

Janie volteó a verme y sonrió, -Me encanta éste, se ve muy sexy.- Para ser honestos era una pintura a gran escala de Scraps resaltando el uso de delineador, el cual estaba corrido por todo el cuadro empleando acrílico y óleos, mi combinación predilecta. Había un cierto encanto en ella que no estaba planeado y que en cierta forma sobrepasaba la ternura que normalmente inspira una de las criaturas más vulnerables de Dios.

Janie tenía unos veintidós años y yo estaba así de entrar a los treinta. No era la primera vez que nos tocaba tener este tipo de experiencias colaborativas en ese distrito, ya que el año pasado tuvimos a un tipo de Berlín y a Pennywise; un artista callejero de Brooklyn. Cómo fue que me metieron en esto? No lo sé, pero también comencé haciendo destrozos en las calles.

El acto consistía en una especie de performance hecho en parejas; uno empezaba la pintura y el segundo mejoraba la composición, respetando el mensaje. Es un momento en el que hay una verdadera conexión con el otro, como si literalmente entrara en su pellejo. Es por ello que estudié el trabajo de Janie por meses a fin de que no me sintiera intimidado por su fina ejecución. No íbamos a batirnos en duelo o algo así, pero sí era una gran oportunidad de aprendizaje.

El tema giraba alrededor de la utilidad del arte, así que yo había sugerido el tema, - el arte como un arma-  así que lo que surja de esto servirá para la posteridad, nada con fin de lucro. Por eso concentré todas mis energías creativas para sentirme verdaderamente como un niño jugando a pintar.

- Deberías llamar a esta exposición Traspatio, porque uno se siente como si estuviera allí- vociferó Janie. Me sacó de un aparente trance y le dije, - Ah, discúlpame, es que he tenido un día muy largo y he tenido muchas cosas metidas en la cabeza, me decías?-

- No te asustes, si no soy un bicho raro. Entiendo que tú tengas tu estilo y yo el mío,- dijo ella mientras se acomodaba muy a gusto en el piso de duela.

Por un momento me dio la sensación como si ya hubiera experimentado esto antes, como en el sueño que tuve cuando recién regresé aquí, hasta las mismas palabras. Acaso ella tenía algo más que mostrarme?

No comments:

Post a Comment