Los Diarios del Conejo Blanco

DESCENSO.

Un magnífico atardecer anunciaba el comienzo de una igualmente hermosa velada. Me faltaban palabras para describir la escena, saben; la gente que verdaderamente te quiere estaba aquí en Manhattan. Atraigo muchas cosas, muchas alimañas.

En esta ocasión mis expectativas fueron rebasadas por mucho, ya que me aparecieron varios seguidores internacionales. Parecía literalmente un zoológico, o una especie de feria compuesta de gente aterrizada que actuaba como si fuera la octava maravilla la cual al siguiente día volvería a esa tierra de ignominía a la que llaman escuela. Otros vinieron de Brooklyn, SoHo y otros tantos de Londres. Por ejemplo conocí a una tal Ellis Baum de la filial del Reino Unido, donde se comenzó Simon Blackwell. Lo que eso quería decir en pocas palabras era que si todo salía bien esta noche a mi trabajo le iría extremadamente bien al otro en el extranjero.

El diseño tipo orgánico de la galería M. me dejó perplejo pero lo que fue más hechizante quizá fue la inauguración que se desarrolló en el lobby.Verán, MArk yo pusimos una buena mezcla de música de fondo, algo suave y a la vez tenebrosa seguida por un sutil performance.

Cayó una cortina desde el techo para revelar a una dama con poca ropa en traje de cuero tipo fetiche con un esclavo ´conejo´. Era algo así como una versión más guarra de Alicia En El País de las Maravillas, claro. Ellos serían los anfitriones del evento mientras recorrían los pasillos hasta llegar al final del túnel repleto de pinturas.

Llegué sospechosamente a tiempo; me desagradaba llegar tarde, es una vieja obsesión mía. Papá e Edith también estaban allí, viéndose tan bellos como siempre sin olvidar claro a mi amo y señor Feivel Goldberg. También estaban aquellos viejos e incansables críticos de arte esperando destazarme con sus comentarios.

Y por sí acaso quedaba duda, sí alcancé a cortar un listón de bienvenida pero justamente en este momento la visión que había tenido el otro día se esfumó en el aire, como si conquistase a un viejo demonio.

- Cariño, esto es fantástico! Realmente me sentí atrapada en tu trabajo,- eso fue lo que dijo la señorita Bradshaw de la NY Magazine, estaba esperando que yo cayera esta vez. - Absolutamente adorable, grandiosa exhibición!- Hasta su abrazo lucía ensayado, pero eso es de extrañarse en este tipo de situaciones.

James también estuvo allí con varios de sus amigos, pero tuvimos muy poca oportunidad para hablar, ya que gran parte de la noche fue ocupada por cámaras inquietas.

- Gente bonita, quiero darles la bienvenida al Traspatio. Es una nueva colección compuesta de veinte piezas en óleo, acrílico y pastel, y alguna que otra hecha con sangre...Muchos de estos trabajos representan fielmente mis momentos más frágiles pero todos están ligados a un sólo símbolo, el cual es claro el conejo.-

- Sí , díganos más de este símbolo, si no le importa, señor Black.-

- Ha estado conmigo todo este tiempo. Representa el conocimiento oculto que yace en los sueños, especialmente en los míos. Es una nueva fascinación, tal vez luego me interese en leer las cartas sólo por mera diversión.-

- Ritual es una pieza impresionante, acaso también está envuelta de esa naturaleza oculta que dice?-

- Absolutamente. Me explicaron que este detalle de la rayuela de heco es una imagen del Árbol de La Vida de la Cábala. Pueden ver a dos criaturas jugando como si fuera la Ruleta Rusa; dónde se detiene? Nunca se sabe.

- Cuál es el significado del 11?-

Me detuve por un momento porque no era una pregunta fácil, - Saben, las coincidencias son una de esas pocas cosas que están ahí para recordarnos que hay alguien allá afuera tratando de hablarnos. El once o las series del número 1 me suceden muy seguido. Y no, no hay ningún mensaje subliminal o oculto por si a muchos les interesa; más bien es numerología.-