AYUDAME A PASAR LA NOCHE...
Finalmente me decidí a hacerlo. Tan pronto como hube hallado tiempo libre recurrí a los servicios de Ava nuevamente, esta vez sin ser anunciado. Rogué hablar con ella y estuve allí en medio del frío tocando a la puerta como un idiota hasta que vi a un hombre moreno, presumiblemente un aprendiz o miembro de la familia quien fue quien me abrió con discreción. Respondía al nombre de Amir; parecía como de unos veinte años, no estoy seguro, no le pregunté, tenía prisa. Lo último que recuerdo de el es que era árabe y sus manos lucían cubiertas de anillos de oro.
- La señora Ava no se encuentra aquí, pero agradecería su visita en cualquier ocasión, - me contestó de una manera algo cortante.
-Seguro, yo entiendo, pero escuché, realmente necesito su consejo, estoy desesperado por saber lo que significa una terrible visión que tuve el día de ayer!-
Amir asintió y se puso increíblemente apático como que quería deshacerse de mí lo más rápido posible. Pregunté de nuevo insistente, -Es una visión real, estoy seguro! Me llamo Adrian Black y yo...- Me interrumpió y su semblante cambió de inmediato al escuchar mi nombre.
- Ya veo! Pero por qué no me lo dijiste desde un principio? Pero pasa, pasa, no querrás congelarte...-
Entramos a un salón mucho mas acogedor muy similar a donde me llevó Ava. Nos arrodillamos sobre estos enormes cojines de acabado rojo metálico. Amir cubrió mis manos con las suyas y me preguntó en un tono mucho mas sereno, - Ella me ha contado tantas cosas maravillosas sobre tí y estaba bien segura de que volverías! Verás,las visiones le pueden suceder a cualquiera pero casi nadie las escucha. En tu caso has elegido lo contrario por lo tanto dime, qué fue lo que viste?-
No quería alterar los hechos así que lo conté sin importar lo ridículo que pareciera, - Pues estaba yo caminando en medio de la calle y vi a este gran halcón al cual le pedía ayuda para cortar este pedazo de hilo blanco...-
El amigo rápidamente sacó un mazo de cartas muy distinto al de Ava, esta vez con motivos egipcios. Apuntó hacia el arcano del Mago, lo cual me dejo perturbado.
- Discúlpame, estoy muy confundido, pero qué tiene qué ver el Mago en todo esto? Recuerdo vagamente que Ava me lo mostró pero se veía muy diferente.-
- Adrian, en el Tarot todos los arcanos son los mismos. En esta versión, una de la más antiguas el elemento del halcón aparece justo aquí. Se trata de Horus, una de las principales deidades de Egipto. Has decidido consultar a una autoridad suprema y le has suplicado que termine con algo.-
-Terminar con qué? Tenía miedo de que pudiese tratarse de mi propia vida, - contesté un tanto agitado.
-Son raras las veces que soñamos con la Muerte mas hay que verla de manera simbólica. Aún no te toca irte pero sí hay que soltar todo lo que el hilo blanco representa. Horus tambien era el Dios de la Guerra así que piénsalo bien. -
- Eso es todo? -
- Veo lo que tú ves, es verdad pero no puedo resolvértelo todo, debes continuar solo. Has empezado algo y con él te quedarás. Tal vez no seas capaz de asimilarlo al principio pero lo hermoso es que es parte de una gran transformación, una mucho muy importante.-
Y es donde recordé de pronto, - Dejaré este barrio el próximo año, será por eso que mi mente me está fastidiando tanto?-
Por supuesto que sí! Significaba que conocería gente nueva y el hecho de que tendría que acostumbrarme a mi nuevo hogar.
Como dije antes, dejar ir para mí siempre ha representado un calvario, aun así eso no cambiará mis principios ni que yo me venda. Me disgustaría convertirme en alguien asi sin mencionar que Edith terminaría odiándome.
Al Diablo las visiones; de ahora en adelante disfrutaría el futuro en lugar de temerle. Esa noche abracé a mi chica fuertemente haciendo un esfuerzo por disfrutar cada último momento antes de que pasáramos a algo más serio. De hecho, le oculté lo de mi visita con los psíquicos.
- Estás bien, amor? Se siente como si tuvieras miedo de algo.-
- Me siento abandonado en todo esto, no sé qué decir de mis sueños ya, estoy perdiendo la razón...respondí tímidamente.-
- Pequeño, escúchame; si te clavas en esto realmente te vas a desgastar, relájate, por favor.-
-Como aquella vez que peleamos, recuerdas?-
-Sí, pero aun así todo ha salido bastante bien. Si quieres mi más sincera opinión creo que esta exposición será increíble y lo mejor de todo es que estaré ahí a tu lado para apoyarte.-
- Genial, te lo agradezco muchísimo, con toda el alma, pero no dejes de abrazarme, no me dejes...-repetía hasta que el sonido de mi voz lentamente se fue apagando.
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