Los Diarios del Conejo Blanco

EL HILO

Entre más crípticos se vuelven mis sueños más tiempo tardo en hallarles el sentido, y éste permaneció atorado en mi mente casi todo el día.

Caminaba por estas mismas calles de mi barrio ya que me parecieron bastante familiares y me encontré a una criatura muy particular en un sitio donde solamente van a dar los indigentes. Se trataba de un ave magnífica, un halcón peregrino, el cual portaba alguna especie de casco de color negro el cual le otorgaba, creo yo alguna especie de autoridad. Le entregué un hilo de algodón blanco y le pedí que lo cortase ya que no pude hacerlo lo yo después de varios intentos.

Terminada su labor le di las gracias y se alejó en paz. Fin del sueño.

- Ah, vaya, eso me recuerda la mitología griega, sabes? - dijo Edith mientras se arreglaba ceremoniosamente para dormir, lo agradable es que siempre me dejaba ese aroma de vainilla.

- No, disculpa, amor, pero no sabía de eso, - le dije.

- Pues debe tener algo de sentido. En la Antigua Grecia existían los Tres Destinos o o las Moiras. La primera, Clotho era quien  devanaba el Hilo del Destino, Láquesis lo medía y la última, Átropos lo cortaba y era responsable sobre la forma en cómo iba a morir la persona.-

- Me gusta esa leyenda, pero no me gustó la parte de la Muerte.-

- Pero sabes, usualmente un hilo rojo es el que está representado y tu mencionaste que era de color blanco.-

- Es acaso una mala señal?-

- Tú dices que si fuera como un mal augurio? No te apures, todo está en tu mente.-

- Ahora que lo pienso puede también estarse refieriendo a los listones que uno corta cuando está inaugurando algún lugar o un evento, como lo del viernes, tú crees que haya alguna especie de conexión?-

- Pero aún así el hilo que se supone que debía ser es rojo.-

- Bueno, sí, pero no siempre los sueños son apegados cien por ciento a la realidad.-

- No, pero los colores también representan emociones, deberías saberlo.- Palmeó mi rostro gentilmente dándome a entender - no tengas miedo, todo saldrá bien, chico.-

No soy de esa clase de gente abiertamente pesisimista que hasta presume con orgullo de serlo pero estas visiones comenzaban a aterrarme. La señora Ava me dijo que las escuchara tal cual y como se fueran presentando lo cual suponía que si las seguía tomando literalmente esto hubiera significado que visitaría a una criatura exótica para que cortase el dichoso hilo, lo cual no tenía el más mínimo sentido. Sin embargo los psíquicos estaban altamente familiarizados con eso de los símbolos es obvio que sabrán mejor que yo de lo que estoy hablando. Tendré que ir nuevamente a la tienda nada más que tenga tiempo.